Hoy no
es un día cualquiera, al menos no para los que llevamos el futbol en la sangre,
hoy se cumple el aniversario 101 del primer partido oficial de futbol en Cuba.
Hoy se
cumple otro año marcado, para no variar, de sin sabores y decisiones arbitrarias
que como de costumbre solo han dañado la imagen de nuestro futbol.
Eliminaciones
en cuanto torneo participamos, destituciones de directores técnicos sin
justificaciones deportivas y deserciones de jugadores pudieran resumir un año
en el que la injerencia política en el deporte cubano y especialmente en el
futbol fue más marcada.
Hoy a
sus 101 años nuestro futbol, en algún momento, de los más importantes dentro
del área de la CONCACAF, amanece en el lugar 141 del ranking de la FIFA, por
debajo de selecciones sin ninguna tradición futbolística, como Puerto Rico,
República Dominicana, St Kitts & Nevis, Nicaragua, etc.
Un
lugar que demuestra la pobreza actual del futbol de nuestro país, desangrado
por las continuas deserciones de nuestros jóvenes valores, empujados a ese
destino por una política deportiva dinosaurica que aun pretende encerrar a los
jugadores en la utopía amateurista y se niega a ver la importancia del
profesionalismo en un mundo que no se detuvo en el siglo diecinueve.
Hoy, a
sus 101 años, el futbol de la isla pasa por la ironía de ser casi olvidado, en
medio de la mayor explosión de popularidad que el futbol haya tenido en nuestra
isla después de los años treinta.
Y es
que un Campeonato Nacional anémico de partidos, en el que se ha perdido la
identidad de los equipos, el pobre seguimiento de ese periodismo barato
empeñado en contar las virtudes de ese futbol profesional que llena las páginas
de internet con sus estrellas, ese mismo futbol al que se le quiere prohibir el
acceso a nuestros jóvenes y la pobre actuación de las selecciones en los
torneos internacionales arrastran esa pasión fuera de casa.
Pero a
pesar de los pesares el futbol dentro de la isla sigue creciendo y el impacto
de esta fiebre futbolera ya los sintió en sus cimientos el dueño del
espectáculo, el mimado de los manda más: el beisbol. Impacto que ha motivado
reportajes, documentales y cualquier tipo de trabajos “periodísticos” en busca
de demeritar el crecimiento de la popularidad y sus raíces tan cubanas como el
mismísimo beisbol.
Es por
todo esto que el de anoche, en Antigua, no era un partido más, era el de
decirle a la historia que había esperanzas aun para el futbol cubano esa
esperanza renovada con cada victoria y los muchachos cumplieron con una
victoria que más que una suya propia fue para todo nuestro futbol, para toda su
historia, para levantar la mano y decir una vez más a sus 101 años de vida
“Hey, aun estamos vivos”.
Tomado del Blog, Futbol CUbano