Por Arian Alejandro
Este
11 de diciembre se celebró en la mayor de las antillas el día del
futbolista, por causa de aquel partido jugado hace ya 102 años en el
desaparecido estadio de Palatino, entre el Hatuey y el Rovers. Mucho ha
llovido, más tristeza que alegrías, más lágrimas que sonrisas, pero aún
hay quienes creemos en que si se puede llegar a metas más altas, materia
prima hay para eso.
No
quiero hacer un recorrido histórico, más bien deseo plasmar en este
papel digital mis sueños, mis deseos para con el balompié de mi Cuba, y
por qué no, insatisfacciones, que no hay que buscarlas tan lejos, están a
menos pasos que el punto de penal y la portería.
Comienzo por el final
Uno
de los programas radiales de tema deportivo más escuchado en la capital
es Tribuna Deportiva, el mismo tiene una sección de fútbol pasada las
10 de la noche… y ayer, nada, tampoco se habló de fútbol cubano. Ni
siquiera por el aniversario que se conmemoraba, menos aún fue mencionada
la Copa Cerro Pelado que se está jugando en el estadio Pedro Marrero.
La Champions League y renovaciones de futbolistas fueron las noticias
leídas. Así es imposible, que joven se va a interesar por lo que tienen
en su patio, mejor brincar hacia el frente, tiene otras comodidades, es
más vistoso y la calidad es total.
Se
acaban las horas del día 11 y para cerrar la programación deportiva de
la TV Nacional, un partido del más universal, Copenhague-Real Madrid,
irónico, pero cierto, el día del futbolista en Cuba y nada mejor que
festejarlo con un choque de clubes internacionales. Tienen grabado el
duelo Habana-Villa Clara del certamen doméstico que nombré en líneas
anteriores, pero al parecer no han encontrado un hueco para él.
Mis anhelos
En
enero del 2014; que está al doblar de la esquina, se abrirá la puerta
del cambio para el movimiento deportivo cubano. Nuevas regulaciones
entrarán en vigor, la que más espero por su aplicación es la de las
contrataciones de los atletas en ligas extranjeras, es para todos los
deportes, pero claramente y sin ofender a nadie, la tención la guardo
para esperar el momento en que de manera AUTORIZADA un futbolista de los
nuestros pise una cancha foránea con el club que sea, del país que sea.
Las
mejoras será tantas como goles permitidos por Cuba en sus
participaciones en Copas Oro. Lo importantes es que ese momento llegue,
que el talento que hay no lo sigamos perdiendo de manera tan gratuita,
para que la quimera mundialista se acerque más que la luna a la tierra.
Felicidades
a todos los que hablan el idioma futbolero cubano, a los chicos de la
Sub20, a los que hace casi un año nos regalaron la Copa del Caribe por
primera vez… a todos los que con orgullo llevamos el cartel de “locos”
por seguir el deporte más hermoso del mundo vestido de blanco, rojo y
azul.
¡Seguimos pateando el balón!