“Felicidades mi hermano, por primera vez ganamos esa copita” fueron
las palabras que me grito un amigo cuando venía hoy al trabajo para
escribir sobre la impresionante victoria de Cuba en la Copa del Caribe.
Luego, al comenzar a navegar por la red de redes me encontré con
diversos titulares en alusión al triunfo por la mínima ante Trinidad y
Tobago en tiempo extra pero ninguno describía el sentimiento intrínseco
de tan importante logro para el fútbol cubano.
Cuba no ganaba un título a nivel de selecciones desde la década del
80 cuando bajo el mando de Roberto Hernández la selección nacional se
coronó los Juegos Centroamericanos de Santiago de los Caballeros,
República Dominicana. Tuvieron que pasar 26 años para que un técnico
cubano llevara nuevamente al equipo a lo más alto del podio.
“Esto es lo más grande, no tengo palabras para describirlo, estoy
muy feliz con todos mis jugadores y el cuerpo técnico”, me comentó a
través de facebook Walter Benítez desde Trinidad y Tobago donde el
plantel hacía escala antes de seguir vuelo a La Habana esta mañana. Sin
dudas, este éxito es el mayor regalo que le pueden hacer estos
futbolistas al más universal en Cuba que por estos días cumplió 101
años de práctica oficial.
Pero la alegría que en estos momentos inunda el ambiente
futbolístico en la nación no era la de hace 24 horas. El escepticismo
rondaba los minutos previos a la final en el Antigua Recreation Ground
donde un conjunto desentendido con los títulos se enfrentaba al mayor
triunfador en estas lides caribeñas. Hasta entonces, la historia de la
competición archivaba dos duelos entre ambos contendientes en finales
del Caribe. En las dos ocasiones la victoria correspondió a los
trinitarios. La más reciente, en 1999, los Soca Warriors vencieron a
los cubanos un gol por cero luego de jugar 120 minutos de partido.
Dispuestos a no repetir la historia y a romper con el maleficio de
tres finales sin ganar el título salieron los dirigidos por Walter
Benítez a la cancha. Sin embargo, el primero en avisar fue Trinidad con
un cabezazo de Carlyle Mitchell que pegó en poste luego de un saque de
esquina. Las alarmas se encendieron en el banquillo cubano y llegaron
las primeras reprimendas para los jugadores a solo 6 minutos de
arrancado el encuentro.
Tras el susto, Cuba comenzó a presionar más en la mitad del campo
para recuperar la pelota y generar opciones de gol. La respuesta al
agravio de los Soca Warriors llegó 10 minutos después cuando el volante
guantanamero Alberto Gómez sacó un disparó que puso de pie a los
asistentes al estadio de ST. JOHN’S. Mejor suerte mereció el remate de
Beto pero la pelota no entró y el partido seguía en tablas.
El orden táctico de los dos contendientes y el temor de cometer una
equivocación fatal que abriera las puertas del gol al rival propiciaron
los escases de jugadas claras para activar el electrónico. La última
ocasión de la primera parte sería para los trinitarios pero Atullah
Guerra no pudo controlar dentro del área un pase en profundidad de
Kevon Carter en la fracción 40.
La segunda parte arrancaría con el mismo matiz y nuevamente los 8
veces campeones del Caribe llevaban peligro a la meta defendida por
Odelín Molina. A solo 5 minutos de iniciado el complementario el
arquero villaclareño debió emplearse a fondo para detener el disparo de
Keyon Edwards.
Los cubanos tendrían su gran oportunidad en el minuto 61 luego de
que el principal señalara penalti una acción donde Marcel Hernández fue
derribado dentro del área. Pero desde los once pasos el volante
capitalino Jaine Colomé envió la esférica fuera de los tres palos
defendidos por Jan Michael Williams. El choque seguía sin goles y el
temor de los penales se apoderaba de los criollos. Sus últimas
experiencias desde el punto de penal en competiciones regionales no
fueron positivas con derrotas ante Guadalupe y Granada.
El fallo de Colomé levantó la moral de los trinitarios que buscaron
con todo la victoria en los minutos finales del partido. Cuba aguantó
el embate y el título se definiría en tiempo extra.
Durante los dos parciales añadidos ambos equipos tendrían sus
chances de hacer la cruz en el marcador pero los intentos se irían
diluyendo con el agotamiento físico. Mientras Trinidad congelaba el
choque para definir desde los once pasos, Cuba se apuraba en la busca
de opciones para conseguir el triunfo antes de llegar a los penales.
El tanto de la victoria para los cubanos llegaría en el minuto 113
con el remate de Marcel Hernández desde algo más de 40 metros. El obús
del capitalino desató la euforia en el banquillo donde el temor de otro
fracaso perecía desaparecer. Quedaban 7 minutos de sufrimiento y
angustiosa espera para levantar, por fin, el ansiado título. Fueron
instantes en los que los Soca Warriors hicieron gala a su nombre y
pelearon hasta la muerte para conseguir el gol del empate. Quizás los
trinitarios esperaban repetir la historia de 1999 cuando ganaron el
partido en el minuto 120 bajo la vetada ley del gol de oro.
Con Trinidad volcado al ataque, Cuba pudo ampliar la ventaja con un
magistral contragolpe liderado por Ariel Martínez pero el meta Williams
privó al espirituano de su tercer gol en esta final caribeña. No hubo
tiempo para más cuando el principal Valdin Legister levantó sus manos y
decretó el final del encuentro. CUBA CAMPEÓN DEL CARIBE.
Muchos no lo podían creer pero después de numerosas vicisitudes este
plantel se creció ante la derrota inicial de 0×1 con Martinica para
eslabonar triunfos consecutivos sobre Guyana Francesa, Jamaica, Haití y
Trinidad y Tobago. El título del Caribe muy pronto estará en La Habana
donde ya le espera un lugar privilegiado en las vitrinas de la
Asociación de Fútbol de Cuba.
Al triunfo de Walter Benítez se sumó el del cienfueguero Israel
“”Kiki” Blake con Haití. Los haitianos consiguieron la medalla de
bronce al derrotar 1×0 a Martinica en tiempo extra. Leonel St. Preux
logró el tanto de la victoria para los dirigidos por Kiki Blake con un
disparo de 40 metros.
Así termina esta nueva edición de la Copa del Caribe con Cuba,
Trinidad y Tobago, Haití y Martinica como representantes de la región a
la próxima Copa de Oro a celebrarse en varias ciudades de Estados
Unidos. Allí los cubanos exhibirán su corona regional por primera vez
en la historia. Veremos si en el mayor certamen de la CONCACAF nos
regalan una nueva alegría.
Tomado de Cubadebate