Realmente, aún estoy anonadado con lo que me sucedió este martes:
jamás pude contactar con el Puesto de Mando de la Comisión Nacional de
Fútbol, para conocer el resultado oficial del partido entre Villa Clara
y Pinar del Río, en Zulueta, en pos del título del 98 campeonato cubano.
Pero sí tuve la suerte de «hacer tierra» con el colega José Antonio
Ramos, quien me confirmó el triunfo del Expreso del Centro, por
categórica goleada de 4-0, todos en el primer tiempo, para así
agenciarse su décimotercer título doméstico.
Las dianas fueron al aval de Francisco Salazar (min. 14), Luis
Alberto Villegas (17), José Dayron Macías (24) y Yenier Márquez (33),
quien cerró como líder perforador, con 17. En el cotejo de ida,
desarrollado en la EIDE vueltabajera Osmany Arenado, el éxito fue de
3-0 a favor de Villa Clara.
Anteriormente, «tabaqueros y naranjas» se habían enfrentado en
cuatro series finales. Y todas las había ganado el conjunto del centro:
1981, 1992, 1997 y 2004-2005.
Personalmente, aplaudo este nuevo trofeo del Expreso del Centro,
conducido ahora por Pedro Pablo Pereira, quien contó con jugadores del
calibre y la experiencia de Odelín Molina, Márquez, Villegas, Jorge
Luis Clavelo y el refuerzo espirituano Ariel Martínez, entre otros
talentos que se unieron al grupo.
Y mis vítores también para el cuadro pinareño —inferior hombre por
hombre a su rival de marras—, pero que rubricó uno de sus mejores
torneos, al rescatar a varios veteranos y fusionarlos con chicos muy
inexpertos en estos trajines locales.
Quiero destacar que en esta final hubo irregularidades, las cuales
afectaron a Pinar del Río. En la fase de clausura, los vueltabajeros no
solo quedaron mejor ubicados que el Expreso en la tabla de posiciones,
sino que también ganaron dos de los tres cotejos entre ambos. Pero el
play off se inició en Pinar del Río y cerró en Zulueta, cuando debió
haber sido al revés, de la misma forma en que se dirimieron las series
semifinales, en las cuales cerraron en casa los equipos con mejor
ubicación.
Tomado de JR