Por estos días ya entrena a destajo en el Pedro Marrero la
selección cubana de fútbol que asistirá a la Copa Mundial Sub-20 de
la FIFA, en Turquía, y el entusiasmo se nota.
"Nuestro
principal objetivo será probar que podemos competir a este nivel",
llegó a avisar el DT del equipo, Raúl González Triana, durante el
sorteo de los grupos en el hotel Grand Tarabya, de Estambul. Así que
ni bien arribó de regreso, se puso manos a la obra. Amplió la
preselección a 26 jugadores, como había decidido a raíz del
Premundial de Puebla, sumando un portero, un centrocampista y al
defensor de la escuadra sub 17 Jonathan Machado. Y el pasado
miércoles 3 de abril concentró por fin al grupo.
"Ahora mismo —explica— estamos llevando a cabo un trabajo de
reordenamiento físico, porque muchos jugadores participaron con los
equipos de sus provincias en el Campeonato Nacional de mayores, que
es un torneo complicado, con cinco y seis partidos en un mes.
Algunos tuvieron bastantes minutos y otros no tanto, por lo cual
tenemos previsto una base de entrenamiento en la arena durante los
próximos días para nivelar la forma".
Mientras, el ajetreo también bulle en los despachos, donde la
Comisión vierte sus esfuerzos para bosquejar una preparación que
posibilite topar en el extranjero, más allá de los dos amistosos
pactados para junio que sostendrá el equipo ante un conjunto de
jugadores llamados a participar en la venidera Copa de Oro.
Una cuestión de suma importancia esta última para su rodaje,
teniendo en cuenta el grupo tan variopinto en el que deberá
batallar, pues por un lado habrá de vérselas con Portugal, que hace
dos años disputó junto a Brasil la final en el Mundial de Colombia
2011 y ahora mostró el mejor ataque de las eliminatorias europeas
(con un total de 37 goles); a la par que Sudcorea y Nigeria tampoco
se avizoran como rivales cómodos.
Los sudcoreanos, de hecho, llegan con la vitola de haber
alcanzado una sexta clasificación consecutiva, en esta ocasión como
campeones de Asia; en tanto que los nigerianos han superado la fase
de grupos en las últimas cinco ediciones, récord que la actual
generación querrá emular, sin duda.
Para los cubanos, entonces, el sueño de embarcarse por vez
primera en una aventura mundialista de esta categoría, supone un
reto que deben asumir desde la preparación. Y con esas miras, ya
calientan los motores.
Tomado de Granma