Hubo que esperar una eternidad y costó, vaya si costó, pero la
selección cubana de fútbol se reencontró al fin con el gol y se
despidió dignamente de las eliminatorias mundialistas de la Concacaf
rumbo a Brasil 2014, al empatar con Panamá (1-1).
Con una alineación inédita, el equipo dirigido por el técnico
Alexander González se plantó bien serio sobre el césped y luchó cada
balón dividido como si en ello le fuera el orgullo. La defensa
cumplió, el mediocampo presionó y combinó, y Ariel Martínez y
Alberto Gómez corrieron kilómetros y kilómetros, hasta que de una
jugada entre ambos surgió finalmente el gol de la honrilla, firmado
por el segundo al minuto 38.
El favorito Panamá, que venía con medio boleto en la mano, había
anunciado que buscaría la victoria a toda costa, pero solo pudo
igualar cuando el "rubio" Nelson Barahona acertó a fusilar al minuto
77 al portero cubano, Andy Ramos, que pese a la diana en contra fue
un auténtico valladar bajo los tres palos.
De ese modo, si alguien vaticinó una goleada en contra, se
equivocó de la A a la Zeta. Y el resultado es positivo porque puso
fin al calvario que venía pasando el equipo, tras aparcar hace rato
el sueño de la clasificación con cinco reveses consecutivos, una
sequía goleadora que rondaba los 500 minutos y la fatiga de jugar su
anterior partido frente a Canadá sin reservas en el banquillo. Pero,
sobre todo, porque mostró el verdadero potencial de sus jugadores
ante un Pedro Marrero semivacío. Rusia 2018 tal vez quede lejos,
pero desde ya se impone seguir trabajando.
En el otro duelo de la llave C, donde sí había un boleto en
juego, por contraste, Honduras machacó a Canadá 8-1 en San Pedro
Sula, con lo cual avanzó junto a los canaleros a la ronda final de
la Concacaf, en la que ya tenía su presencia segura México y
presumiblemente debían sumarse Estados Unidos, Costa Rica, y
Guatemala o Jamaica, tras sus respectivos encuentros anoche.
Tomado de Granma