Para Chande el objetivo más importante de la gira era probar a todos
los jugadores para establecer una alineación titular. Se les dio la
oportunidad a todos y los que en mejor forma terminaron encararán los
primeros partidos de la eliminatoria. A medida que fue pasando el
tiempo los futbolistas se fueron adaptando al medio y a los
planteamientos tácticos. La estancia en Brasil fue más que fructífera,
dijo el seleccionador nacional.
“Otros de los objetivos era consolidar un sistema defensivo y lo
conseguimos pues ya no importan los nombres sino los jugadores.
Logramos adaptar a jugadores de perfil ofensivo a posiciones que
requieren un trabajo defensivo y ahora tenemos un once capaz de generar
mejor fútbol y defender de la manera correcta. Debemos seguir
trabajando en la concentración y en los errores mentales, pues los
goles volvieron a llegar en malas salidas, penales infantiles y faltas
en zonas donde no se puede ir bruscamente. Pero en sentido general el
trabajo defensivo fue bueno.”
Según el granmense los equipos enfrentados en Brasil tenían gran
calidad. A pesar de los comentarios surgidos en nuestro país tras los
resultados obtenidos en la gira el técnico valoró que el equipo creó
más acciones de peligro que sus rivales. No se ganó pero se logró
consolidar un sistema defensivo sólido y un equipo como el Ponte Preta,
participante en el Brasileirao, solo logró tirar cuatro veces al arco
cubano. Se pueden aducir varios comentarios sobre los jugadores
empleados por el club por los que Chande aclaró que jugaron titulares y
suplentes en cada período.
Sobre los mejores jugadores en tierras brasileñas el técnico ponderó
el desempeño de Alaín Cervantes y Ariel Martínez, quienes terminaron
siendo pretendidos por el Ponte Preta para engrosar sus filas de cara a
la competición local. Destacaron también el santiaguero Carlos Domingo
Francisco y el pinareño Jorge Luis Corrales.
Veremos si el reencuentro con tierras brasileñas antes de encarar
una eliminatoria mundialista nos depara las mismas alegrías que cuando
el once antillano de la mano del peruano Miguel Company sorprendió a
los entendidos del fútbol al mostrar un juego armónico en todas sus
líneas y poner en apuros a un seleccionado de mayor caché como Costa
Rica. Falta poco para el silbatazo inicial y los primeros suspiros.
Ojalá la suerte y el fútbol estén con nosotros.
Tomado de Cubadebate