Pocas
veces como hoy he tenido una lucha interna entre el hacer saltar mis emociones
o controlarlas, pues mientras mi parte de apasionado seguidor del nuestro
futbol me invitaba a estar de pie, viendo el juego, disfrutando o sufriendo
cada minuto Mi parte de informador, de compromiso con este Blog y con aquellos
que no podían ver el partido me obligaba a contener mis emociones y llevar con
toda calma las incidencias del partido de hoy.
El
futbol da revanchas y hoy Cuba aprovechó su oportunidad para dejar en el
camino, al mismo equipo que hace dos años atrás nos dejaba sin Mundial.
Fue un
partido de dos caras para nuestra selección, de un primer tiempo sublime en el
que debió liquidar a su rival y un segundo donde aparecieron las carencias
psicológicas más que futbolísticas en nuestra selección que pareció no asimilar
el gol costarricense en las postrimerías del primer tiempo.
Cuba
era favorito y así lo asumió, busco el gol desde el principio y los arranques
de nuestros delanteros y medios ofensivos traían peligro por todos los lados
ante una Costa Rica que no sentía lo mucho, sino lo tupido del ataque Cubano,
que contó en Morales en el director de orquesta, el 10, sacó a relucir toda su
calidad e hizo un duo diabólico con Arichel Hernández, quien ya en el partido
contra Nicaragua había anunciado la calidad que posee.
Fue así
que apareció el primer gol, galopada de Morales que ve a Reyes abrirse a la
izquierda jalando las marcas y cuando parecía que descargaba sobre el delantero
de Viñales, levantó un globito por encima de la cabeza del defensor para
habilitar a un Arichel que entraba como tromba y que con un cañonazo marcaba el
1-0.
Fiesta
en las huestes cubanas y en todos sus seguidores, fiesta que con el pasar de
los minutos parecía se agrandaría con la llegada del segundo gol que rondaba y
rondaba pero no caía.
Fue una
nueva combinación entre Morales y Arichel la que puso el grito de gol en los
labios de los aficionados, Morales recupera un balón avanza unos metros y
suelta un pase filtrado, raso, que parte a la defensa tica que se ve
sorprendida por la galopada de Arichel, que cruza diagonal ganándole las
espaldas, para eludir después al portero y sacar un remate que increíblemente
es sacado a corner por el portero ico que logra reponerse.
Era
Cuba y solo Cuba un concierto de jugadas relampagueantes, pero en el que la
confianza parecía adueñarse de los nuestros que parecía pensaban tenía el
partido resuelto y en la confianza viene la penitencia y esta llegó en forma de
gol a los 41 minutos, a balón quieto tras una falta pegada a la banda, Centro
desde la izquierda de la defensa cubana para que el jugador costarricense
ganara en medio de la madeja humana y pusiera el 1-1 en la primera llegada de
Costa Rica en toda la primera mitad.
Goles
que no se hacen….. reza el viejo adagio futbolero.
Cuba
pareció no asimilar el gol y en la segunda mitad no encontró su juego y se dejo
llevar por una Costa Rica de juego lento pausado aburrido, pero que tuvo las
mejores ocasiones, sin ser de aquellas que arranquen gritos de gol.
Morales
desapareció, Yordan ya no carburaba como antes y arriba Maikel quedaba aislado,
llegaron los cambios y Triana buscó imponerle velocidad al ataque sacrificando
al motor del primer tiempo, Morales, quien ya mostraba señas de agotamiento.
Fue
Anderson quien creo la primera jugada de peligro para la selección cubana del
segundo tiempo, recibió un balón el medio, guapeo entre la marca férrea de dos
rivales, y entre agarrones y patadas se soltó la marca para entregar a Arichel
que sacó un disparo suave bien controlado por el portero rival.
No
aparecía por donde y Cuba parecía haber perdido la brújula, pero cuando los
conjuntos no aparecen los superdotados y Maykel Reyes recogió un balón suelto,
avanzó unos metros y se adentró en el área tica y con una sangre fría pasmosa
levantó la cabeza para ver la llegada de Arichel, centró rasó para que el
muchacho de Zulueta le cambiara el palo al portero para el dos a uno cubano.
Quedaban
diez minutos para la lotería, Costa Rica subió a presionar y Cuba a
contragolpear, medio por el cual casi aumenta su ventaja, mientras el árbitro
hacía su parte y otorgaba a Costa Rica todas las bolas divididas pitando faltas
que solo el veía o cuatro minutos sacados de su imaginación lo mismo que el
corner a favor del conjunto centroamericano con el que se cerró el juego.
Minuto
94 y final, Cuba al Mundial, por primera vez en su historia con un grupo de
muchachos talentosísimos y de un corazón enorme que supieron sobreponerse a
todas las adversidades, materiales y físicas, para regalarnos hoy la añorada
clasificación.
Tomado de El Blog del Fútbol Cubano