No nos llamemos a engaño. El partido «real» para la selección cubana
de fútbol que compite en la Copa de Oro Estados Unidos 2013, es el que
sostendrá hoy ante Belice, en el cierre de la fase preliminar por el
grupo C.
Cuando se efectúo el sorteo del certamen en el cual intervienen 12
equipos, y se apreció que Costa Rica y Estados Unidos también aparecían
en la misma llave, no hubo que sacar muchas cuentas, ni trazar grandes
estrategias.
El objetivo era buscar al menos un empate ante los ticos, evitar una
goleada local y signar un triunfo amplio frente a Belice —de los cuatro,
el rival de menor aval competitivo—, para tratar de acceder a la fase
de cuartos de final como uno de los dos mejores terceros puestos de la
justa.
Y la realidad ha demostrado que no se aprobó ninguna de los dos
primeros «exámenes»: los alumnos del técnico granmense Walter Benítez,
sin fogueo internacional, cedieron 0-3 ante los ticos y luego fueron
goleados 4-1 por los locales, a pesar del gol inicial del delantero
pinareño José Ciprián.
Así, aún resta por ver si hoy existen argumentos sobre la cancha del
estadio Rentschler Field, en East Hartford, para superar a Belice, que
también muestra dos derrotas consecutivas: 1-6 contra Estados Unidos y
0-1 ante los centroamericanos, tras un autogol.
Por demás, Cuba y Belice, coincidentemente, exhiben cota de un gol a favor y siete en contra.
El estratega cubano solo ha hecho cambios en la alineación regular en
la posición de delantero. Ante Costa Rica envió al pasto a Yoandri Puga
y luego contra Estados Unidos abrió con Ciprián, quien firmó el único
gol del equipo hasta el momento.
Pero en ambos cotejos empleó un rocoso «trivote» defensivo, integrado
por los volantes Yenier Márquez, Jaine Colomé y Alianni Urgellés, para
tapar los espacios de circulación de la esférica del rival. Mas no
resultó efectivo. Entonces, ¿lo conservará ahora, o «quemará las naves»
con jugadores de mayor velocidad y más capacitados para llegar al área
chica rival? Esperemos
Tomado de JF.